¿Por qué la pura pachanga? ¿Por qué nomás festejar? ¿Porqué no conmemorar? ¿Por qué ni una sola y mísera convocatoria para reflexionar sobre lo que hemos hecho y lo que todavía no hemos logrado en 200 años de nuestra historia reciente? ¿Por qué tampoco una mirada al futuro para plantearnos nuestros grandes desafíos: educación, empleo, competitividad, desarrollo, salud, vivienda, migración y abatimiento de la pobreza, entre otros; una prospectiva de los años que vendrán, del futuro que ya está aquí, enfrente; una gran reflexión sobre lo que hemos sido y lo que nos espera a partir de nuestro momento actual y nuestra inserción en un mundo global? ¿Por qué, en pocas palabras, el menosprecio a lo que pudieran aportar nuestros historiadores, escritores, intelectuales y, en fin, nuestras grandes inteligencias?
¿Por qué para los festejos no hubo convocatoria ni licitación alguna? ¿De verdad es tanta su ignorancia que no sabían que en este país hay instituciones —nuestra UNAM, por ejemplo— que podían haber diseñado una celebración, popular, sí, pero también con un sentido de la historia y con un concepto congruente y sólido?
¿Por qué cambiaron cuatro veces de responsable de los festejos? ¿Por qué corrieron y qué números entregó el seudohistoriador José Manuel Villalpando?
¿Quién y cuándo van a cerrar la cuenta de tres mil millones de pesos del presupuesto? ¿Alguien nos puede explicar por qué le dieron la adjudicación directa a una empresa de la antípoda australiana? ¿De verdad creen que nos chupamos el dedo y que podemos aceptar que los cohetes, el inflable de Quetzalcóatl, el monigote gigante del coloso y las proyecciones sobre Catedral justifican los 60 millones de dólares pagados por el festejo en el Zócalo? ¿Quién recomendó y avaló al productor Richard P. Birch?
A ver, ¿es remotamente admisible que, de acuerdo con Banjército —donde está el fideicomiso bicentenario— se hayan gastado mil 100 millones de pesos en 450 días nada más para la organización?
¿Dos millones 500 mil pesos por día? ¿Qué rayos es el rubro de Promoción Histórica que suma 500 millones? ¿Por qué para la Galería Nacional se desembolsaron 144 millones 870 mil pesos en comprar obras de arte que se podían haber conseguido gratis de museos y particulares si hubieran trabajado oportunamente? ¿Qué malas artes se movieron para cambiar la convocatoria de Arco Bicentenario y aceptar un proyecto de Estela de Luz por el que pagaron 16 millones 373 mil pesos por el puro diseño? ¿Se hace o no la mentada obra? Y a propósito de mentadas, ¿de quién es hijo El Coloso?
¿Por qué para los festejos no hubo convocatoria ni licitación alguna? ¿De verdad es tanta su ignorancia que no sabían que en este país hay instituciones —nuestra UNAM, por ejemplo— que podían haber diseñado una celebración, popular, sí, pero también con un sentido de la historia y con un concepto congruente y sólido?
¿Por qué cambiaron cuatro veces de responsable de los festejos? ¿Por qué corrieron y qué números entregó el seudohistoriador José Manuel Villalpando?
¿Quién y cuándo van a cerrar la cuenta de tres mil millones de pesos del presupuesto? ¿Alguien nos puede explicar por qué le dieron la adjudicación directa a una empresa de la antípoda australiana? ¿De verdad creen que nos chupamos el dedo y que podemos aceptar que los cohetes, el inflable de Quetzalcóatl, el monigote gigante del coloso y las proyecciones sobre Catedral justifican los 60 millones de dólares pagados por el festejo en el Zócalo? ¿Quién recomendó y avaló al productor Richard P. Birch?
A ver, ¿es remotamente admisible que, de acuerdo con Banjército —donde está el fideicomiso bicentenario— se hayan gastado mil 100 millones de pesos en 450 días nada más para la organización?
¿Dos millones 500 mil pesos por día? ¿Qué rayos es el rubro de Promoción Histórica que suma 500 millones? ¿Por qué para la Galería Nacional se desembolsaron 144 millones 870 mil pesos en comprar obras de arte que se podían haber conseguido gratis de museos y particulares si hubieran trabajado oportunamente? ¿Qué malas artes se movieron para cambiar la convocatoria de Arco Bicentenario y aceptar un proyecto de Estela de Luz por el que pagaron 16 millones 373 mil pesos por el puro diseño? ¿Se hace o no la mentada obra? Y a propósito de mentadas, ¿de quién es hijo El Coloso?
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