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viernes, 19 de noviembre de 2010

El cuento de la lechera.


¡Albricias! Los mexicanos ya cuentan con un presupuesto "histórico" para el próximo año, que "permite enfrentar los retos que tiene el país". El río de dinero aprobado (fuera del plazo legal) por los diputados suma 3.44 billones de pesos en números cerrados, con los que el eficientísimo gobierno federal atenderá (según Ernesto Cordero, secretario de Hacienda) el amplio abanico de necesidades nacionales: "crecimiento, desarrollo humano y seguridad pública, con especial fortalecimiento a la austeridad, transparencia y rendición de cuentas", o lo que es lo mismo, otra vez el cuento de la lechera. Qué más puede pedir un país, aunque se incumplan las promesas.

Así es, mexicanos incrédulos: 454 diputados coincidieron con el sentir del señor y su Cordero, pues en esencia no tocaron la propuesta calderonista. Sólo se jalonearon entre sí una cobijita del presupuesto de egresos de la federación (el grueso no fue alterado), lo que provocó retraso tras retraso y, por ende, la violación del plazo legal para su aprobación. Eso sí, como cada año, para 2011 el gobierno federal y los inquilinos de San Lázaro presumen un "presupuesto histórico", con un gasto ídem, por mucho que nunca reporten resultados de ese nivel ni beneficios favorables a quienes, quiéranlo o no, aportan el dinero para el armado presupuestal. La maquinaria, pues, aceitada quedó.

Y entre otras novedades, los que aportan el dinero se encontraron con algo que la Secretaría de Hacienda de inmediato desmintió, aunque aparezca perfectamente registrado y detallado en los documentos aprobados por los diputados: en 2011, aumentará 24.54 por ciento la remuneración total anual del inquilino de Los Pinos, el mismo que dice promover la austeridad en su autodenominado gobierno. Una vez aprobado el presupuesto de egresos de la federación, en lo general y en lo particular, poco antes de las 9 horas del martes 16 de noviembre, la agencia gubernamental Notimex difundió la siguiente información: "luego de 13 horas, la Cámara baja dio por concluida la aprobación presupuestal, en el que también quedó contemplado un aumento al salario del titular del Presidente de la República, quien percibirá mensualmente 148 mil 263 pesos más 50 mil 607 pesos en prestaciones, para totalizar 198 mil 870 pesos. En tanto, un secretario de Estado recibirá 196 mil 847 pesos mensuales, un subsecretario 196 mil 626 pesos y un oficial mayor 191 mil 856 pesos".

Tal cual lo reprodujeron algunos medios de comunicación. Incluso, detallaron que los diputados petistas Porfirio Muñoz Ledo y Mario di Costanzo, con el anexo 16 del decreto presupuestal para el siguiente ejercicio fiscal en la mano, denunciaron el sustancioso incremento en la remuneración total anual del inquilino de Los Pinos. A pesar de ello, la Secretaría de Hacienda asegura que no hay tal aumento al salario de Felipe Calderón ni a sus fieles apóstoles.

Pues bien, de acuerdo con los documentos respectivos, en el presupuesto de egresos de la federación 2010 (obviamente aprobado por los diputados, y en ejercicio), las percepciones ordinarias brutas del inquilino de Los Pinos suman 3 millones 324 mil 819 pesos, las cuales incluyen sueldos y salarios (2 millones 502 mil 851 pesos) y prestaciones (821 mil 968 pesos). Para el ejercicio fiscal 2011, el PEF aprobado establece que las mismas percepciones totales de Felipe Calderón se incrementan a 4 millones 140 mil 963 pesos, producto de "percepciones extraordinarias" ("potenciación del seguro de vida institucional y pago extraordinario por riesgo") por 813 mil 427 pesos, más 2 mil 717 pesos en sueldos y salarios. Así, entre un año y otro se observa una diferencia de 816 mil 144 pesos.

Parece una loca guerra de números, pero no es así: la Secretaría de Hacienda tiene la razón en cuanto que el salario del inquilino de Los Pinos no reportará aumento alguno en 2011 (salvo los citados 2 mil 717 pesos); sin embargo, a los diputados Muñoz Ledo y Di Costanzo también les asiste la razón cuando denuncian un incremento de 24.54 por ciento en la remuneraciones de Calderón, de tal suerte que, en efecto, este último obtendrá, en términos brutos, poco más de 68 mil pesos adicionales disfrazados de "seguro de vida institucional y pago extraordinario por riesgo".

El truco es sencillo. Asegura la Secretaría de Hacienda que "es falso que exista incremento al sueldo del Presidente de la República". Y de eso se trata, precisamente: crecer el ingreso del inquilino de Los Pinos por cualquier vía, excepto la salarial, para poder presumir que Calderón sí respeta el decreto de "salarios máximos" por él firmado, aunque en los hechos todo sea simulado, como tantas otras presunciones. A la par de esta "bonificación", se incrementan las del resto de funcionarios de primer nivel, y más allá de la falta de resultados y las barbaridades que cometen, 24.54 por ciento de aumento de un solo plumazo es un insulto para los trabajadores con revisiones amarradas al avance de la inflación (estimado en 3 por ciento para 2011), cuando bien les va.

Otro detalle que confirma la voluntad de la clase política de sacar adelante al país y de gastar los dineros públicos con mesura, con ese presupuesto que (Cordero dixit) impulsará el "crecimiento, desarrollo humano y seguridad pública, con especial fortalecimiento a la austeridad, transparencia y rendición de cuentas", es el relativo a la cancelación del pago de los seguros médicos mayores para la alta burocracia federal. El dictamen original del referido presupuesto cancelaba esa multimillonaria erogación que sólo beneficia a la casta dorada de los "servidores públicos". Sin embargo, en el jaloneo la diputación panista y su patrón, por medio de la Secretaría de Hacienda, se negó rotundamente a que se procediera en tal sentido y, amachada, obligó, y logró, a borrar el párrafo respectivo ("no se autorizará el pago por concepto de seguro de gastos médicos mayores a ningún servidor público de las dependencias y entidades de la administración pública federal"), para que al final de cuentas todo quedara en un "exhorto" para que no se realicen tales erogaciones, es decir, los mexicanos seguirán pagando gruesos seguros a la casta dorada.

Y como los citados, muchos más. Pero ya tienen su presupuesto para 2011, del que sólo hay que esperar cosas muy buenas, pero sólo para quienes lo manejan.

Pues:

¡Felicidades!, mexicanos agachados y mudos, que sólo en 2011 cada uno de ustedes pagará 2 mil 865 pesos por servicio de la deuda del gobierno federal; es decir, aporten para que Felipe Calderón reúna los 309 mil 414 millones de pesos que para tal efecto le autorizó la Cámara de Diputados. Y luego dicen que no hay dinero.

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